Lo primero que pensé en cuanto me entere de la partida de Celso Piña, fue en aquellos años de mi adolescencia y niñez del más pequeño de mis hermanos, el vallenato y cumbia colombiana le gustaba, con piedras y palos, a duras penas consiguiendo un viejo tambor decía que él quería y sería un gran músico, influenciado por el rebelde del acordeón, imitando no solo a Celso sino a quienes en aquellos años 90, llevaban el vallenato y la cumbia a otro nivel.
No puedo decirme su fan, pero desde mi adolescencia y vida adulta me emocionaba escuchar a Celso en los festivales de música. Mi primer festival fue el Rockodromo, allá en el parque ferrocarrilero, un 2013 -para mi, hasta ahora, el mejor festival de música al que he ido- y aunque llegamos tarde a ver a Celso, uno de los duetos sorpresas que había en el cartel, era precisamente Celso Piña y Pato Machete, aunque al final termino en trío cuando Tony Hernández también se les unió, mi emoción fue tal que me sorprendió, también si mal no recuerdo, toco dos o tres canciones con Los Ángeles Azules, un gran evento aquel Rockodromo.
Volví a verlo en el Machaca 2016, también uno de los mejores festivales a los que fui, de hecho, sin temor a equivocarme, creo fue el ultimo Machaca que disfrute; estos son mis últimos recuerdos con Celso, de verlo en vivo, de disfrutarlo, de cantarlo, y los de antaño bailando Cumbia sobre el Río con mi primo Ángel.
Mi canción favorita de Celso, sin duda, no es una cumbia, sino una balada, una canción romántica, triste, una despedida que hace sufrir a cualquiera que le hayan roto el corazón. Ahora mismo la tengo de fondo, para inspirar estas palabras, pero creo que fue un error, porque el cúmulo de emociones, como aquellos años que la escuche por primera vez, se desbordan en mi corazón.
Una tonada tan suave, tan sensible, nadie pudiese imaginar que un Rebelde como Celso Piña me robara el corazón con su: a placer puedes tomarte el tiempo necesario... algo que te hace cerrar los ojos, abrir tu primera botella de cerveza o vino, mirar en tus recuerdos ese amor, esos besos, esos sueños, que ahora te han dejado, aun cuando realmente escuchar esta canción con el corazón destrozado puede parecer, a veces, masoquista, creo más bien que es una invitación a tener la paz con nosotros mismos, hace ya un tiempo aprendí que para ser feliz, primero se debe enamorar de uno mismo, al entender eso, escribí una de mis mejores entradas, que invitó a leerla a quien no lo haya hecho y recordarla a los que si El día que puedas.
Pero, volvamos a esa tristeza de amor, cuando Celso me hacía llorar como nadie, acompañado de Café Tacuba, cuando una y otra vez cantaba con dolor. Hoy que lo recuerdo, sonrío, pensando en esos gifs de llanto que se repiten cada segundo, una y otra vez, llorando, gritando, pensando que nada jamás dolera, como dolía en ese entonces Aunque No Sea Conmigo, que recuerdos me dejas Celso, tu música quedará eterna, ya no lloro con tu canción por un amor que me abandonó, ahora solo es nostalgia, pero nostalgia de mi vida, de tu vida sobre todo, de tu música que siempre me acompañara. Saber que fuiste y eres ejemplo para tantos que ayer, hoy y siempre te admiraran, como no llorar ahora con esta canción cuando alguien con tu magia se ha ido demasiado pronto, cuando alguien como tu debería ser eterno, la vida debería permitirnos irnos primero, porque gente como tu tiene tanto para dar, pero como todo, cumpliste con tu mensaje de amor y luz que correspondia en este tiempo, aquí y ahora, en estas palabras que te dedico también esta tu magia.
Solo puedo darte las gracias por todo lo que tu música nos ha regalado de una u otra forma, en un pequeño poema y un video que te hago como tributo a tu vida.
Celso Eterno
Cuando los caminos de la vida
Nos llevan a bailar la ultima cumbia sobre el río
La cumbia poder que se vuelve arenosa
La gitana en mi interior
Te grita, que aunque no sea conmigo
El tren y el tiempo se nos va como el viento
El caballo viejo ya no es un libro abierto
Esta aquí presente compa
Sin fecha de Caducidad
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