Hoy cumplo 48 días en casa, como muchos ciudadanos de México y el mundo, la Pandemia, me ha tenido en casa con mi familia, en estos 48 días sin embargo, yo no he sufrido el encierro como muchos que leo en redes sociales, pues mi vida es más bien tranquila, me gusta leer, escribir, ver televisión, series, películas, y amo dormir, mi mejor amigo le decía a mi mamá que admiraba la facilidad que tengo para dormir en cualquier lugar, mamá le dijo que puedo pasar días dormida sin que eso me "dañe" la espalda, él dijo que me ha visto dormir en las posiciones más locas y sobre todo difíciles en las que un ser humano normal pueda descansar.
Le dije a ambos que es un arte que pocos sabemos llevar a cabo, y sin embargo, lo que menos he hecho en esta Pandemia es precisamente dormir. Estuve más de dos meses sin escribir en el Blog, la anterior entrada a esta, me sorprendí al ver que cuando había publicado mi viaje a Cuba ultima parte fue en febrero, demasiado tiempo, cuando la idea este año era darle mucha vida a mi Blog, pero como tantas cosas que se quedaron pausadas en el mundo, supongo que mi inspiración se quedo guardada, aunque les soy sincera, inicie algunos borradores, pero no los sentía en el corazón, que al final es lo que mas me llena al compartir con ustedes mis letras, pues los leía vacíos, sin sentido y sin pasión.
Esa misma pasión que para mi tiene nombre y rostro, la que muchos llaman Michael Jackson, la que yo llamo el amor de mi vida. Cada día, desde el 1 de enero he puesto una foto, un dato, una anécdota, pensamientos, pero sobre todo, sentimientos en mi página de Facebook, hoy fue la 126, hable de They Don´t Care About Us, al inicio, escuchando la canción quise venir acá a hablar de lo que dice la canción y de como, ese himno de protesta queda prefecto para lo que pasa hoy en México y el mundo, pero aunque en algún momento de mi vida me gustaba hablar de política, ahora mismo siento que no necesito esa controversia en mi vida, mucho menos en mi Blog, por eso cambie el título y sobre todo el pensamiento de lo que hoy quiero compartir.
Por la hora, tal vez ya sea el día 49 para cuando comparta con ustedes esta historia, pues ya casi son las 11 de la noche y siempre me gusta hacer pausas, revisar y leerme antes de compartir. Tengo en repeat TDCAU, esa es una de las cosas que tengo al escribir, la canción que me inspira la mantengo una y otra vez, pues es la que me inspiró y hace que mis dedos fluyan libres en el teclado y se conviertan en palabras que hilen mi historia.
Hasta hoy, pensaba que realmente no había perdido mucho, pues me he pasado un buen tiempo con mi familia, hago Home Office, mi trabajo realmente no necesito de interactuar con gente, solo con correos y archivos, las vídeo llamadas son suficiente para lo que hago, sigo igual en redes sociales, unos días tuiteo mucho, otros nada, pero al analizar precisamente que pasaron más de dos meses sin escribir, como lo venía haciendo, es cuando caigo que a casi 50 días de dejar mi vida común, la oficina, los planes de viajes y dejar de compartir las cervezas y los momentos con amigos, no se si estoy lista para dejar este estilo de vida.
No me malinterpreten, claro que quiero que el virus deje de amenazar nuestra vida y la del mundo entero, sin embargo, así como nos detuvo hace unos meses, cuando volvamos, si es que volvemos pronto ¿qué será después lo que nos detenga? Ahora muchos valoran ciertas cosas que antes parecían no importar, como el trabajo de los médicos, enfermeras y todas las personas del sistema de salud que están ahí afuera y que aunque siempre lo han sido, ahora todos aprecian su valentía y dedicación con los enfermos, los verdaderos héroes, los que hemos tenido tantas veces de frente y muchos no sabían valorar.
Leí por ahí un artículo, y lo charle también con mi amigo sobre lo que paso en septiembre 11 de 2001, como eso cambió la forma de revisar en los aeropuertos, al inicio quitarte los zapatos era molesto, ahora a casi 20 años del acontecimiento, quitarte los zapatos es tan normal como llevar una maleta porque sales de viaje. ¿Qué tanto nos hará cambiar esta Pandemia? es realmente una detención de todo, o una pausa que en poco tiempo se olvidará y volveremos a las mismas malas costumbres que ahora nos confinan.
Hace dos semanas hice un vídeo con la canción Heal The World e imágenes de la ciudad de Monterrey, llore mientras lo hacía, aunque no tuve imágenes del lugar donde vivo, la capital es parte diaria de mi vida desde hace años, y es el corazón del estado, la compartí con amigos y conocidos, algunos como yo, dijeron que lloraron, pues se extraña sin duda esa monotonía que hasta hace poco nos era fastidiosa; yo aún no llego a extrañar ciertas cosas, pero sin duda extraño la libertad de andar sin temor tal vez no de enfermarme, sino de contagiar a los míos, a los que son altamente propensos a que esta enfermedad sea fatal. Yo entro en ese grupo de riesgo por mi asma, pero por mi edad, soy en la familia quien debe salir a surtir la despensa, ir a la tienda si falta algo para la comida que se agoto o que no se compró en el super. Y sin embargo, el temor cada vez que salgo sigue latente, caminar a ciertas horas por mi ciudad y verla vacía me detiene a mirarla, a extrañarla, y a orar por mí, por los míos y por los de los demás.
El día que la Pandemía me detuvo fue precisamente el día que analice que para sanar no debemos ser como "ellos", como la canción de Michael Jackson, que no les importamos, a nosotros si deben de importarnos los demás, aunque parezca difícil para algunos, en realidad, muchas veces no lo es tanto, porque cuando nos dejan de importar los otros es cuando entonces estamos perdidos.
Les dejo Heal The World con imágenes de Monterrey, porque es necesario sanar al mundo, dejando que nos importen los demás..
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